domingo, 28 de marzo de 2010
miércoles, 3 de marzo de 2010
Cortazar
Del capítulo 93 de Rayuela
martes, 2 de marzo de 2010
Otherness
de Mario Benedetti
Siempre me aconsejaron que escribiera distinto
que no sintiera emoción sino pathos
que mi cristal no fuera transparente
sino prolijamente esmerilado
y sobre todo que si hablaba del mar
no nombrara la sal
siempre me aconsejaron que fuera otro
y hasta me sugirieron que tenía
notorias cualidades para serlo
por eso mi futuro estaba en la otredad
el único problema ha sido siempre
mi tozudez congénita
neciamente no quería ser otro
por lo tanto continué siendo el mismo
otrosí digo / me enseñaron
después que la verdad
era más bien tediosa
el amor / cursi y combustible
la decencia / bastarda y obsoleta
siempre me instaron a que fuera otro
pero mi terquedad es infinita
creo además que si algún día
me propusiera ser asiduamente otro
se notaría tanto la impostura
que podría morir de falso crup
o falsa alarma u otras falsías
es posible asimismo que esos buenos propósitos
sean sólo larvadas formas de desamor
ya que exigir a otro que sea otro
en verdad es negarle su otredad más genuina
como es la ilusión de sentirse uno mismo
siempre me aconsejaron que escribiera distinto
pero he decidido desalentar / humilde
y cautelosamente a mis mentores
en consecuencia seguiré escribiendo
igual a mí o sea
de un modo obvio irónico terrestre
rutinario tristón desangelado
(por otros adjetivos se ruega consultar
críticas de los últimos treinta años)
y eso tal vez ocurra porque no sé ser otro
que ese otro que soy para los otros
Depuis ma fenêtre II, Pluie
A proposito de la lluvia, me dieron ganas de fotografiarla
A proposito de las fotos, me acorde de Cortazar,
A proposito de Cortazar, me acorde de un poema de Borges* q adoro
A proposito de Borges, me acorde de Jaime Sabines
A proposito de Jaime, me acorde de Benedetti
A proposito de la poesia, me acorde de cuando no me gustaba la poesia
(...)Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza con mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes mientras le crece la barriga, ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.
Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, con sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.
Instantes
Si pudiera vivir nuevamente mi vida.
En la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido, de hecho
tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría
más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería
más helados y menos habas, tendría más problemas
reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente
cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener
solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos;
no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin termómetro,
una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;
Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres
y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.
Pero ya tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.
entre las horas, para siempre,
el cuarto a oscuras,
Debussy y la lluvia,(...)
A la izquierda del roble - Mario Benedetti
(...)No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
que sólo se despierta con la lluvia.
Ahora la última nube ha resuelto quedarse
y nos está mojando como a alegres mendigos.
El secreto está en correr con precauciones
a fin de no matar ningún escarabajo
y no pisar los hongos que aprovechan
para nacer desesperadamente.
Sin prevenciones me doy vuelta y siguen
aquellos dos a la izquierda del roble
eternos y escondidos en la lluvia
diciéndose quién sabe qué silencios.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
aquí se quedan sólo los fantasmas.
Ustedes pueden irse.
Yo me quedo.
Con esto me encontre la primera vez que lo busque http://www.rompecadenas.com.ar/instantes.htm